Domlust
Consolador con ventosa de fantasía – Dildo anal para estimulación del punto G femenino
Consolador con ventosa de fantasía – Dildo anal para estimulación del punto G femenino
No se pudo cargar la disponibilidad de retiro
Los puntos clave de este consolador de mujer con ventosa:
Superficie biomimética integral – sistema de fricción multizona
Desde la punta hasta la base, este dildo está recubierto con texturas elevadas, variadas y perfectamente alineadas. Cada relieve crea fricción precisa, generando sensaciones de tracción, presión y contacto íntimo durante la inserción. Ideal para quienes buscan pene sano que estimule con intensidad sensorial en múltiples capas.
Ritmo texturizado – control de movimiento y placer
Las variaciones en profundidad y dirección de las texturas crean un patrón que guía el ritmo de inserción. este dildo dirige la experiencia, replicando los matices rítmicos de un encuentro íntimo real. La estimulación se vuelve inmersiva, y el control, casi instintivo.
Diseño por niveles – desde 3.93 hasta 7.87 pulgadas de exploración
Con un eje que evoluciona sin saltos abruptos, se adapta tanto a usuarios principiantes como avanzados. Desde la exploración suave hasta la expansión profunda, cada cuerpo encontrará su propio nivel.
Compatible con múltiples escenas – punto G y juego anal
Ya sea para una estimulación frontal exacta o para aventuras anales profundas, el diseño de este consolador responde a ambas necesidades. Su forma y tamaño logran activar el punto G mientras se ajusta con naturalidad a sesiones de dildo anal, aportando máxima versatilidad.
¿Por qué no parece un pene… pero entiende tu cuerpo mejor que uno?
Estética alienígena en forma de pene sano – erotismo que despierta lo desconocido
Inspirado en criaturas de otro planeta, este consolador de mujer parece un flujo espiralado de energía congelada. Su color mezcla azul hielo y amatista translúcido, con una estética líquida viva, casi como si respirara.
La punta recuerda el aguijón de un escorpión: afilada, provocadora, con una curva que tensa la expectativa.
La base simula tentáculos de pulpo con ventosas funcionales que no solo fijan el dildo, sino que amplifican la ilusión de que tiene voluntad propia.
Imagina la escena:Solo una lámpara cálida al lado de la cama. Deslizas la yema de tus dedos sobre su superficie azulada. Fría. Resbalosa. Suave como algo que podría reaccionar.Te colocas de rodillas, almohada bajo la pelvis, lo tomas y lo diriges lentamente hacia tu interior.
Esa punta en forma de garra no entra sin lucha: tira, se engancha, se resiste, y justo ahí está el placer. Un ángulo nunca explorado, una tracción que te hace contener el aliento.Ya dentro, sientes cómo la espiral interna se va desplegando.sino un movimiento ondulado, como una criatura flexible que se adapta a tu forma.

Share










