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Domlust

Anillo vibrador con control remoto y estimulador prostático – Juguete sexual masculino de doble placer eléctrico

Anillo vibrador con control remoto y estimulador prostático – Juguete sexual masculino de doble placer eléctrico

Precio habitual $ 1,378.50 MXN
Precio habitual $ 1,378.50 MXN Precio de oferta $ 1,378.50 MXN
Oferta Agotado

Sincronía entre anillo para el pene y masajeador de próstata para un control total del placer

  • Mejora la duración, refuerza la erección, potencia tu seguridad
    El anillo sexual rodea la base del pene, ajustándose sin apretar, retrasando eficazmente el retorno venoso, lo que se traduce en erecciones más duras y duraderas.
  • Estimulación precisa del punto G del hombre para liberar orgasmos profundos
    El estimulador prostático se introduce estratégicamente para alcanzar el “punto G del hombre”, transmitiendo vibraciones directas a la zona con mayor concentración de terminaciones nerviosas. 
  • Control inalámbrico, material impermeable y fácil de limpiar: libertad absoluta
    Fabricado en silicona negra suave y elástica que se adapta cómodamente a diferentes cuerpos. Soporta control remoto inalámbrico, es fácil de manejar, impermeable y apto para uso en la ducha. 

Dispositivo masculino de doble placer-anillo vibrador + estimulación prostática

Imagínalo: la noche ha caído, la luz es tenue, y el mundo exterior se sumerge en silencio. Te recuestas sobre un colchón suave, tus dedos acarician la superficie fría y sedosa de la silicona negra—como una bestia dormida esperando ser despertada. Despacio, colocas el anillo vibrador en la base del pene.

Se ajusta perfecto, ni apretado ni suelto, como si tuviera conciencia propia y supiera exactamente dónde sujetarte.

Activas la primera vibración. Un zumbido de baja frecuencia comienza a recorrer tu erección desde la base, una corriente tibia se va acumulando dentro de ti. Tus sentidos se reactivan.

Mientras tanto, el masajeador prostático ya ha sido insertado. Siguiendo la curva natural del cuerpo, se desliza dentro del ano hasta posicionarse justo donde debe: sobre ese punto que conoces tan bien. Ajustas tu postura y sientes cómo su cabeza presiona exactamente el punto G del hombre. Activas la segunda vibración. Es como una descarga eléctrica bien dirigida, un estallido de placer que se dispara hacia lo más profundo de tu interior.

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